Aunque cada vez se habla más de la “huella ecológica”, pocos saben a qué hace referencia este concepto. Se trata de un término relativamente novedoso que refleja el impacto de la actividad humana en el medio ambiente con un único objetivo: sensibilizar a la población sobre los efectos de un estilo de vida basado en el modelo de “usar y tirar”. RECYPUR
®, como empresa coherente y con el medio ambiente, lo tiene en cuenta en cada acción que encabeza.
¿Qué es la huella ecológica?
El concepto “huella ecológica” nace en 1990 de la mano del catedrático y biólogo,
William Rees, y del ingeniero mecánico y presidente de la organización
Global Footprint Network,
Mathis Wackernagel. Lo hace con un único objetivo: medir el impacto de nuestros hábitos de vida en el entorno.
Es un
indicador de sostenibilidad que, como sus precursores explican, mide el impacto que tienen las personas en el planeta y determina su viabilidad. Es decir, la repercusión de sus acciones en las áreas productivas.
¿Cómo se calcula la huella ecológica?
La huella ecológica se mide calculando la demanda y la oferta de naturaleza de una ciudad, estado o nación concreto. Lo que se tiene en cuenta para hacer este cálculo es, básicamente,
cuántos recursos naturales son necesarios para apoyar un modelo o estilo de vida concreto y su grado de sostenibilidad.
- Demanda de naturaleza: hace referencia activos ecológicos que una población requiere para producir los bienes y recursos que consume. Hablamos de materiales que son necesarios para fabricar ciertos productos y mantener un estilo de vida determinado, pero también de la energía y recursos naturales que se requieren para producirlos. Además, esta ecuación tiene en cuenta el espacio ocupado con industrias, viviendas o equipamiento y los sistemas ecológicos que se necesitan para absorber los residuos, el modelo de “usar y tirar” genera.
- Oferta de naturaleza: por el contrario, este concepto hace referencia a los activos ecológicos de que dispone una ciudad, estado o nación. Hablamos de tierras de cultivo, de tierras de pastoreo, de tierras forestales, de zonas de pesca o de tierras construidas.
¿Por qué reducir la huella de carbono y cómo hacerlo?
El capital ecológico se agota y el cálculo de la huella ecológica viene a demostrarlo. Cada año se hace una estimación de los recursos naturales de que dispone la Tierra y se marca un día, el de la Deuda Ecológica de la Tierra, para anunciar que estos activos se han gastado y se empiezan a utilizar los del año siguiente. Según datos de la organización Global Foodprint Network, el
28 de julio de este año habremos utilizado todos los recursos naturales disponibles para el 2023. Es decir, casi unas 1,8 veces el planeta Tierra.
Conocer estas cifras es necesario para evaluar la realidad en la que nos encontramos y, sobre todo, para desarrollar medidas locales y globales que puedan dar un giro a esta situación. Y es que, al igual que la de carbono, la huella ecológica se puede reducir.
- Optar por un consumo responsable, comprando solo aquello que sea necesario y valorando los productos locales y de temporada.
- Transitar hacia la economía circular, dando prioridad a la reducción, a la reutilización y al reciclaje de residuos. Es una forma de conseguir el “Zero Waste” y crear nuevos productos a partir de aquellos que han finalizado su ciclo de vida.
- Apostar por la eficiencia energética, basada en las renovables y en el uso eficiente e inteligente de la energía.
- Abogar por la movilidad sostenible.
RECYPUR® ayuda a reducir la huella ecológica
Desde que abrimos nuestras puertas en 2008, hemos hecho de la sostenibilidad nuestra bandera y hemos trabajado para implantarla en el ámbito del descanso y de la gestión de residuos. Nuestros productos son
100 % reciclables y reciclados, convirtiéndose en un ejemplo perfecto de economía circular. Se elaboran a partir de colchones fuera de uso, dando una segunda oportunidad a los materiales con que han sido elaborados y evitando que estos lleguen a vertedero, contaminando tierra y agua y causando un gran impacto ambiental.
Nuestras
instalaciones han sido diseñadas para ser energéticamente eficientes y reducir, en la medida de lo posible, tanto el consumo de energía como las emisiones contaminantes. Nos preocupa el medio ambiente y nuestra forma de pensar y de actuar están en consonancia.